El suizo Stan Wawrinka se alzó con su tercer título de Grand Slam al derrotar en la final del Open USA al número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, 6-7(1) 6-4 7-5 6-3 tras 3 horas y 54 minutos de un intenso y emocionante partido en el que Djokovic volvió a sentir otra vez el devastador poder de Wawrinka cuando éste juega en sus máximos.
No cabe duda que Wawrinka, un jugador que a menudo ofrece una imagen de cierta indolencia, se transforma en las grandes citas para convertirse en un jugador temible, capaz de mantener la concentración en todo momento, un muro en defensa y determinante cuando tiene la oportunidad de atacar. Sus números son elocuentes al respecto. Desde 2014, el suizo tiene un balance en torneos de Grand Slam de 50 victorias y 9 derrotas para un porcentaje del 84,75%, casi 20 puntos más de eficacia que en el resto de torneos donde, en el mismo periodo, acumula 78 victorias y 37 derrotas, un 67,83% de efectividad.
Wawrinka GS results since 2014
Para poner en valor el rendimiento de Wawrinka en los torneos de Grand Slam no hay más que comparar sus números con los de los otros líderes del circuito. Nadal, en las últimas tres temporadas, tiene un 80% de victorias (32-8), Federer un 82,46% (47-10) e incluso Murray está por debajo del porcentaje del flamante ganador del US Open, 59 victorias y 11 derrotas para un 84,29%. Solo Djokovic con un 92,11% (70-6) puede presentar números superiores a los del suizo.
Y si los Grand Slam son territorio Wawrinka, las finales no lo son menos. Con la de ayer, son 11 consecutivas las que ha ganado el de Lausana. Desde Chennai 2014 no sabe lo que es perder un partido por el título, y eso que los ha jugado de todos los tipos -tres Grand Slam, un Masters 1000, tres ATP 500 y cuatro ATP 250- y ante un elenco de rivales realmente selecto, entre los que se cuentan Nadal, Federer, Djokovic por dos veces, Cilic o Berdych. En este apartado también ha superado a Djokovic, que tiene un registro de 10 finales consecutivas ganadas (desde el US Open 2015 hasta Madrid este año) aunque aún queda lejos de las 14 de Nadal (de Monte Carlo 2005 a Roland Garros 2006) y las 24 de Federer (de Viena 2003 a Bangkok 2005).
A sus 31 años, 5 meses y 14 días, Wawrinka se convierte en el segundo jugador más veterano en ganar el US Open en la era abierta, tras Ken Rosewall que lo ganó en 1970 con 35 años. Anteriormente, William Larned y Bill Tilden lo ganaron con 38 y 37 años respectivamente. Desde 1968 solo el mencionado Rosewall -37 años cuando ganó el Open de Australia 1972-, Andrés Gimeno, Andre Agassi y Arthur Ashe ganaron títulos de Grand Slam con más edad que el de Lausana.
Wawrinka es también el primer jugador que gana sus tres primeros Slams en torneos diferentes desde que Agassi ganara el Open de Australia en 1995 tras sus triunfos en Wimbledon 1992 y Open USA 1994. El de las Vegas completaría en 1999 su Grand Slam de carrera al levantar su cuarto «grande» precisamente en Roland Garros, el único título que le faltaba.
Muchas cifras y records para el número tres del mundo que podrían haber quedado en agua de borrajas si el británico Daniel Evans hubiera aprovechado el punto de partido que tuvo en tercera ronda. Wawrinka lo salvó con un «ace» de segundo saque y enfiló el camino hacia el título. Es la novena vez este año que un jugador gana un título después de salvar un punto de partido. Bautista-Agut (Auckland), Troicki (Sydney), Klizan (Rotterdam), Thiem (Buenos Aires y Stuttgart), Schwartzmann (Estambul), Karlovic (Newport) y Monfils (Washington) también eludieron la amenaza y acabaron levantando el trofeo.
El número uno del mundo tuvo que conformarse esta vez con la plaza de finalista. Ha sido su 21ª final de Grand Slam, superando las 20 de Nadal, a seis del recordman absoluto de todos los tiempos en esta clasificación, el suizo Roger Federer que acumula 27 en su carrera. Djokovic queda, de momento, con 12 títulos y un 57,14% de efectividad en finales, lejos de los registros de Sampras, Nadal, Laver, McEnroe o Federer, e incluso de los suyos propios en otros torneos como los Masters 1000, donde tiene 30 títulos de 43 finales, casi un 70%, o en las Finales ATP donde tiene 5 títulos y está invicto en finales.
La temporada de Djokovic queda con 56 victorias, 6 derrotas y 7 títulos y ya va a tener muy complicado emular el balance de 82-6 con 11 títulos que consiguió el año pasado. Con todo, y a pesar de las decepciones que ha sufrido en los últimos meses, su año no puede calificarse sino de espectacular, con el número uno del mundo prácticamente asegurado -aventaja en 2055 puntos a Murray en la Race ATP- y habiéndose convertido en el octavo jugador de la historia en completar los cuatro torneos de Grand Slam.
En Nueva York destacaron también Gael Monfils, que llegó a semifinales sin perder un solo set para luego deleitarnos con «tácticas» novedosas en su partido con Djokovic, y Kei Nishikori que eliminó a un Andy Murray con etiqueta de favorito en cuartos de final. Del Potro confirmó que sus problemas físicos están superados y se plantó en cuartos también sin ceder una manga.
Mención aparte merecen Lucas Pouille y Daniel Evans, protagonistas de un impresionante progreso esta temporada. El francés de 22 años, que empezó la temporada como número 78 del mundo, acaba de estrenar su condición de top-20 en el puesto 18 con el que ha aparecido esta semana, después de realizar un gran torneo incluyendo una gran victoria ante Nadal en octavos. Pouille repite los cuartos que consiguió en Wimbledon hace unos meses y confirma que es uno de los jugadores con más futuro del circuito. Al galo solo le falta ganar su primer título ATP para redondear su magnífica temporada.
En un plano algo inferior, hay que destacar al británico Daniel Evans que ha aparecido esta semana como 53 del mundo, escalando otros 11 puestos esta semana. Evans, de 26 años, partía este año como 186 del mundo y ya son 133 las posiciones que ha ascendido. El británico ha jugado con gran éxito el circuito challenger -tres títulos y dos finales en la temporada – y se ha adaptado perfectamente al circuito ATP, donde está consiguiendo excelentes resultados. En Nueva York derrotó a Alexander Zverev en segunda ronda y estuvo a solo un punto de dar la campanada ante Wawrinka.
La otra cara de la moneda la protagonizan Raonic, eliminado en segunda ronda por Harrison, Thiem, que parece algo agotado tras una temporada en la que ya acumula 69 partidos, y Nadal que desde Roland Garros 2015 no ha accedido a los cuartos de final de un Grand Slam, y son ya cinco torneos consecutivos cayendo antes de esa ronda. Y eso que las sensaciones que el balear dejó antes de su partido con Pouille fueron inmejorables, ganando todas las mangas y cediendo solo 20 juegos en tres partidos.
El cañonero del torneo fue el croata Ivo Karlovic, con 120 saques directos en los cuatro partidos que disputó, 61 de ellos en su partido de primera ronda ante Yen-Hsun Lu, record absoluto de aces en un partido en la historia del torneo desde que se recogen las estadísticas. El croata fue también el mejor al servicio, ganando el 72,78% de los puntos y el 95% de los juegos, sufriendo solo 4 breaks. Al resto dominaron Nadal (46,87% de puntos ganados), Murray (46,45%) y Djokovic (46,19%). El campeón tuvo unas estadísticas muy buenas (67,39% al servicio y 38,81% al resto) destacando el 77,46% de puntos de break salvados (solo por detrás de Karlovic), un porcentaje excelente que hizo valer en la final en la que solo permitió tres breaks a Djokovic de las 17 oportunidades de las que este dispuso.
El Open USA concluye, y con él los Grand Slam de esta temporada, con un nuevo campeón, el séptimo en activo, uniéndose a Federer, Nadal, Djokovic, Del Potro, Murray y Cilic. Dato curioso si tenemos en cuenta que los otros tres Slam solo cuentan con cuatro campeones. Wawrinka, con su tercer Slam en otras tantas temporadas, demuestra que si bien no es tan mediático como otros, cuando está al 100% de físico y motivación es un jugador tan peligroso como el que más. Djokovic puede dar testimonio de ello.
2 Comentarios
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Una muy buena descripción con la que estoy de acuerdo. Están esas figuras emergentes que deben «estallar», como ha hecho Wawrinka en estos tres últimos años.
Nadal ha transmitido una buena imagen que le puede llevar a ganar el Masters de Londres
Lo de WAWRINKA es lo mas ASOMBROSO E INCREIBLE visto en la HISTORIA del TENIS con el REVES A UNA MANO. Gracias a tios como este el tenis de ATAQUE TOTAL(que es el mas dificil de desarrollar en una pista y mas en una final) seguira dandonos grandes PARTIDAZOS. Y Ojito con POUILLE