Actualidad París, 5 junio. Luis Miguel Pascual (EFE).

El serbio Novak Djokovic conquistó este domingo, a la cuarta final, su primer Roland Garros, al derrotar al británico Andy Murray por 3-6, 6-1, 6-2 y 6-4 en tres horas y tres minutos, con lo que se convirtió en el octavo tenista de todos los tiempos en ganar los cuatro Grand Slam.

El número uno del mundo se ha impuesto en los últimos cuatro grandes, con lo que completa así el «Grand Slam» en dos años consecutivos, y está ahora en disposición de ganar los cuatro en la misma temporada, algo que no sucede desde que Rod Laver lo hiciera en 1969.

El sol, que se había ocultado durante toda la quincena, una de las más perturbadas por la lluvia de la historia, apareció tímido en el cielo cuando el serbio cerró el partido.

«Es un momento muy especial, puede que el más grande de mi carrera», dijo desde la pista el ganador.

Djokovic, de 29 años, suma su duodécimo triunfo en un Grand Slam, con lo que iguala con el australiano Roy Emerson, y se queda a dos del español Rafael Nadal y del estadounidense Pete Sampras, y a cinco del suizo Roger Federer.

Con el brasileño Gustavo Kuerten en las gradas, Djokovic dibujó un corazón sobre la tierra batida, en homenaje a lo que hizo el extenista en 1997 en París tras salvar un complicadísimo partido . «Le he pedido permiso», afirmó antes de celebrar el triunfo con los recogepelotas como había hecho este año tras sus anteriores victorias.

El serbio ha necesitado de 12 participaciones en Roland Garros, jugar cuatro finales, otras tantas semifinales y dos cuartos, para poder besar la Copa de los Mosqueteros, el torneo más ansiado del número uno del mundo, que había perdido dos finales contra Nadal y la del año pasado frente al suizo Stan Wawrinka.

Una espera que le han convertido en el tenista que ha acabado ganando en París tras haber acumulado más participaciones.

A la cuarta, en la segunda final más repetida en la historia de los grandes, Djokovic se hizo un hueco en el exclusivo club en el que le aguardaban Fred Perry, Donald Budge, Rod Laver, Roy Emerson, André Agassi, Federer y Nadal.

Se quitó así el serbio una espina que empezaba a convertirse en una obsesión, que rondó por su mente cuando Murray, que jugaba su primera final en Roland Garros en busca de su tercer grande, se adjudicó la primera manga.

El escocés, dominaba los peloteos y dictaba el ritmo del partido, hasta el punto de acallar a una ruidosa pista Philippe Chatrier que en un ambiente de Copa Davis, parecía más proclive al serbio.

Djokovic comenzó rompiendo el saque de su rival, pero el británico reaccionó apuntándose cuatro juegos consecutivos, una ventaja que mantuvo hasta el final. El serbio parecía desconectado y por su mente rondaban los fantasmas de Jimmy Connors, John McEnroe, Stefan Edberg, Pete Sampras o Boris Becker, su actual entrenador, todos ellos números uno, que dejaron la raqueta sin triunfar en París.

Arriba en el marcador, Murray, que nunca había perdido un partido en Roland Garros tras ganar el primer set (27 de 27), se veía capaz de derrocar al número uno, como había hecho hace tres semanas en la final del Masters 1.000 de Roma. Pero el serbio mantuvo la compostura y no perdió la fe en la remontada.

Un 3-0 de entrada en el segundo set puso el parcial de su lado, ventaja que agudizó en el sexto juego para, en el siguiente, apuntárselo con su servicio.

La batalla moral había cambiado de bando. Ahora era el serbio quien dictaba su ley en la pista, asentado en un servicio más efectivo, mientras el británico se iba diluyendo.

Por momentos el partido, que en sus primeros instantes era una épica batalla, tenía un solo hombre en la tierra batida. Djokovic recuperó su mejor tenis, el que le ha llevado al trono del tenis actual y a ganar cinco títulos antes de llegar a París.

La tercera manga fue un monólogo. Murray dejó entrever que la quincena pesaba en sus piernas. No en vano, el escocés tuvo que levantar dos sets en contra en sus dos primeros partidos y posteriormente también cedió sets contra Richard Gasquet en cuartos y ante Wawrinka en semifinales.

Más fresco el serbio, que solo había perdido una manga, ante el español Roberto Bautista, ya no estaba dispuesto a dejar escapar el torneo que le obsesionaba. Nunca antes había ganado dos sets en una final en Roland Garros. Nunca antes había tenido su sueño tan cerca.

Djokovic encadenó cinco juegos consecutivos y dejó listo el parcial, 2-1 arriba, mucha montaña que escalar para Murray.

Rotura de entrada en la definitiva y otra vez más en el séptimo juego le propulsaron hacia el triunfo. Solo el vértigo de la victoria le hizo temblar en el último tramo. Murray, que ha perdido 8 de las 11 finales que ha disputado, recuperó uno de los quiebres, en la primera vez en las que servía para ganar.

Pero a la segunda, el británico dejó la pelota en la red y abrió a Djokovic la puerta de la gloria.

Djokovic afirmó que «todo puede conseguirse en la vida» y que conquistar los cuatro grandes un mismo año «es un objetivo posible».

«No quiero ser arrogante, pero todo puede conseguirse en la vida. El hecho de haber ganado hoy me ha dado tanta alegría, me ha colmado, que solo puedo disfrutar. No pienso en otra cosa, pero pronto habrá que pasar a la hierba y ver si puedo ganar los cuatro en el mismo año», comentó.

El tenista aseguró sentirse «sumergido por la emoción» por haberse convertido en el primero que encadena los cuatro grandes, aunque en dos años alternos, desde Rod Laver en 1969.

Djokovic señaló que haber coincidido en el circuito con «dos grandes campeones» como el suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal le ha obligado «a mejorar, a ser más fuerte».

«Nadal y Federer me han obligado a mejorar. Esa rivalidad ha sido esencial para el deporte. Ellos dominaban cuando Andy (Murray) y yo llegamos. Antes no estaba contento de haber coincidido con ellos, pero luego me dije que había que mejorar, ser más fuerte para ganarles, luchar contra esos dos grandes campeones y eso hizo que mi nivel se incrementara», señaló el número uno del mundo.

También reveló que pidió al brasileño Gustavo Kuerten permiso para dibujar un corazón en la pista durante el rodaje de un anuncio de una marca de coches.

«Se lo pedí porque para mí era uno de los momentos más emotivos que recordaba en Roland Garros», dijo.

Djokovic reconoció que entró algo desconcentrado al partido, pero que no perdió la calma.

«Me he dicho que necesitaba tiempo para encontrar mi ritmo. Luego mi tenis ha ido mejorando, he sido más agresivo y hecho un gran partido. Al entrar en la pista me he dicho que tenía que darlo todo para ganar ese partido», señaló.

«En el cuarto set ya no sentía presión, quizá me lo he tomado un poco a la ligera, no he puesto la intensidad necesaria y él se ha conectado de nuevo al partido», afirmó.

«En ese momento me sentía tenso, nunca había tenido tan cerca el trofeo. Tenía que concentrarme en cada golpe. Ni siquiera ahora me acuerdo de la última bola. Ha sido como si mi espíritu diera los últimos golpes, no mi cuerpo, como si yo estuviera en el exterior», relató.

El británico Andy Murray afirmó hoy que está «muy decepcionado» por haber perdido la final de Roland Garros contra el serbio Novak Djokovic, pero aseguró que el nivel de su rival «fue muy elevado», como el del tenis actual que «tardará años en igualarse».

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«Si hace unos días me hubieran dicho que llegaría a la final de Roland Garros creo que me habría conformado. Pero hoy estoy muy decepcionado de haberla perdido», afirmó el número 2 del mundo.

«El nivel del tenis actual es muy elevado, tardará años en igualarse. El tenis de Novak es excepcional, por algo merece ser el número 1», indicó.

«Yo he jugado mi mejor tenis sobre tierra batida estas últimas semanas, espero poder mantener ese mismo nivel en hierba», aseguró.

Murray señaló que tiene menos Grand Slam que Djokovic, Roger Federer y Rafael Nadal porque «son tres tenistas muy grandes», pero consideró que estuvo «cerca» en algunas finales.

«Yo tengo todavía algunos años por delante para imitarlos. En cualquier caso, cuando mi carrera acabe, podré estar orgulloso de lo que he hecho», indicó.

Murray consideró «normal» que el público apoyara a Djokovic en la final de hoy: «Lo que Novak ha hecho es algo fuera de lo común y mucha gente quier e verlo, merece su apoyo», aseguró

Un Comentario

Pedro Pablo Riquelme

No fue en 1997 cuando guga dibujo el corazón en la tierra, fue en otro de sus campeonatos de RG, ante michael russell en octavos de final salvo match point.

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