Barcelona, 24 abr (EFE)
Tres años después de reinar por última vez, el español Rafael Nadal volvió a ganar el Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó, al derrotar en la final (6-4 y 7-5) al japonés Kei Nishikori, quien le había relevado en el palmarés del torneo las dos últimas ediciones.
Como hace una semana en Montecarlo, Nadal reconquistó un territorio en el que ya había reinado ocho veces para demostrarse asimismo que, a sus 29 años, todavía puede recuperar el nivel que le convirtió el rey indiscutible de la tierra batida durante casi una década.
Con su novena corona en Barcelona, el balear no solo se dio otro baño de autoestima sino que igualó el récord del argentino Guillermo Vilas, hasta hoy el tenista que más títulos (49) había ganado sobre arcilla en la historia de este deporte.
Dos horas y cuatro minutos necesitó Nadal para quebrar la resistencia de Nishikori, un tenista incansable, que apenas tiene altibajos y que siempre exige un golpe más para ganar cada punto.
El mallorquín lo conoce bien, pues hasta hoy se había enfrentado nueve veces contra él. Le había ganado en ocho ocasiones, una de ellas la final de Madrid 2014, que el jugador de Shimane no acabó por lesión. La última, hace un mes en Indian Wells.
En la segunda final entre ambos, también sobre tierra batida, Nadal necesitó hoy emplearse a fondo de principio a fin. Salvó dos bolas de rotura con 2-1 en el primer set y rompió el saque de Nishikori en el siguiente. Pero el nipón le devolvió el robo, igualó el set a tres y se adelantó 0-40 en el séptimo juego.
Emergió entonces el mejor Nadal. La derecha le empezó a correr como sus mejores tiempos, y puedo mantener su saque. Ese y el siguiente, para adelantarse por 5-4.
Inesperadamente Nishikori flaqueó con su servicio en el décimo juego. Con 30-40, tiró un revés a la red y le dio el primer set al número 5 del mundo.
Otro se hubiera hundido, pero el japonés no. Ni siquiera cuando, después de romper el saque de su adversario en el primer juego del segundo parcial, falló una bola que le hubiera permitido adelantarse 2-0 en la segunda manga.
Nadal le dio la vuelta a ese juego y ganó los tres siguientes para ponerse 4-1. Todo un mundo. Pero Nishikori apareció de nuevo para jugar su mejor tenis de toda la tarde.
Lo hizo como siempre, sin hacer ruido. Llegando aquí y allá, cambiando las dirección de la bola, atrayendo a su adversario a la red con alguna dejada para desarbolarlo con su estocada final.
Empató la sexta raqueta mundial el partido a cuatro, después de salvar cuatro bolas de rotura en el octavo juego del segundo set. Volvió entonces Nadal a tomar el mando. Más metido en la pista, más agresivo, ganó su saque con una volea e incluso tuvo bola de partido con 5-4 y resto.
Nishikori la salvó con una dejada magistral para ganar su servicio y empatar a cinco. El segundo set olía a desempate. Quizá con el Nadal de hace unos meses es justo lo que hubiera sucedido, pero el mallorquín ha recobrado su fuerza mental y la confianza en su tenis.
El exnúmero uno mundial jugó un undécimo juego si fisuras, se puso 6-5 arriba y apretó a Nishikori al resto. Esta vez, el japonés sí que falló. Un remate a media pista que envió fuera y un derecha que murió en la red fueron los dos últimos puntos del partido.
Los que le dieron el triunfo a Rafa Nadal, los que le permitieron volver a celebrarlo a lo grande en la pista central el RCT Barcelona y, a continuación, bañarse en la piscina del club, como manda la tradición. Una tradición que hacía tres años que no cumplía.
En la rueda de prensa posterior, Nadal declaró que estos dos triunfos «hacía mucho tiempo» que los buscaba.
El balear restó importancia al record de títulos en tiera batida. «Para mí, lo único importante era ganar el partido, el resto de cosas no son importantes. Esas cosas ya las analizaremos cuando acabe mi carrera», ha señalado.
Sí que ha celebrado el hecho de alzar el segundo título del curso después de Montecarlo, ambos en tierra batida, dos victorias consecutivas que, en su opinión, confirma «otra semana más consecutiva jugando bien, sin perder un set y jugando a un gran nivel».
«Han sido dos semanas fantásticas. Cuando terminé el domingo pasado dije que no había tiempo de disfrutar. Ahora sí que puedo disfrutar unos días, y vuelvo a casa antes de afrontar el Masters 1000 de Madrid. Han sido dos semanas muy bonitas que hacía mucho tiempo que buscaba», ha subrayado.
Preguntado por si, tras estos dos últimos triunfos, ha regresado su mejor versión, el exnúmero uno del ránking ATP se ha mostrado algo molesto: «Ni me fui, ni he vuelto, ni nada. Intento ser el mejor cada torneo. Hay épocas peores y mejores. Estar el cinco del mundo no es irse; he estado el cinco del mundo y no he estado el veinticinco».
En cualquier caso, Nadal ha reconocido que su mentalidad es muy distinta a la que tenía la temporada pasada, en la que jugaba «con ansiedad».
«Las cosas negativas me afectaban. Fue un año que terminé el número cinco porque competí contra los rivales y contra mí mismo», ha desvelado. En este sentido, ha insistido que este año está mejor, si bien ha admitido que «los resultados han tardado un poquito más en llegar».
Sobre la victoria este domingo ante Nishikori, la novena en diez duelos directos contra el japonés, Nadal ha explicado que, a partir del 5-4 del primer set, su juego mejoró y puedo ser superior que su rival.
«He jugado contra uno de los mejores del mundo. Las dudas de si iba a ganar o no estaban ahí y en parte no son malas. Nishikori es un jugador que tiene un talento muy grande y que es capaz de ganarte de manera muy rápida», ha elogiado.
Una victoria que le permite a Nadal alzar el noveno título en el torneo que organiza el RCT Barcelona, su club. «Es algo especial y no sé si alguien lo repetirá. Si lo he hecho yo, habrá más gente que lo podrá a hacer. He conseguido ganar nueve veces en pista de tierra en torneos grandes (Montecarlo y Roland Garros). Unir Barcelona a este grupo de nueve títulos me hacía mucha ilusión», ha concluido.
Por su parte, Kei Nishikori ha asegurado que ha jugado a un «muy buen nivel», pero ha lamentado que ha cedido «demasiadas oportunidades» en momentos decisivos.
El nipón no ha podido sumar el que hubiera sido su tercer Godó consecutivo tras caer ante Nadal, de quien ha dicho que está «en un gran nivel de forma».
«He cometido muchos errores no forzados y he perdido demasiadas oportunidades y, en un par de veces, la pelota estaba ahí para poder ganar y no ha podido ser. Rafa me puso mucha presión en varios puntos y bolas», ha analizado Nishikori.
«Si hubiera ganado dos puntos importantes, el partido hubiera cambiado y quizá hubiera forzado el tercer set», ha añadido el tenista de Shimane.
Tras volver a perder hoy con Nadal, el número 6 del ránking ATP sigue aumentado su balance negativo: 9 derrotas y solo una victoria (Canadá 2015) ante el número 5 del ránking mundial.
«Cada vez estoy mejor en tierra, tengo más paciencia. Hoy he sido más consistente que otra veces, por lo que estoy contento. Cuando juegas contra un ‘Top-5’ tienes que tener más paciencia y mejorar en todo», ha reconocido.
Después de caer en Miami ante Novak Djokovic y este domingo en Barcelona, el nipón encadena dos finales en el circuito, aunque ambas las acabó perdiendo.
A pesar de las dos últimas derrotas, se ha mostrado optimista con vistas al Masters 1.000 de Madrid, donde tendrá «varias oportunidades para seguir creciendo».
En cualquier caso, el dos veces campeón del Godó se despide con buenas sensaciones de uno de sus torneos de arcilla preferidos: «Es un buen comienzo de la temporada de tierra. Es una lástima perder el partido, pero jugar contra Rafa (Nadal) es un gran reto en tierra, es su mejor superficie, pero estoy cada vez más cerca».
Por último, al ser preguntado por si considera que ha regresado la mejor versión del español tras la dos últimas victorias en Montecarlo y Barcelona, Nishikori no ha dudado.
«Creo que sí (ha vuelto el mejor Nadal). Ha sido duro jugar contra él, tiene una buena defensa. Ha ganado en Montecarlo y aquí. Está en una gran momento de forma», ha zanjado.